domingo, diciembre 31, 2006

...Conquistador de Almas y de la Muerte, ya que ni siquiera esta última ha podido quitarle su grandeza. Su especial devoción por las cosas menos importantes hacen que este sujeto, extrañamente, inunde de interés a la Tristeza que si bien lo observa en la lejanía, un millón de veces ha pisado su sombra robándole un trozo de su alegría...

Ella se ha enamorado para nunca dejarlo ir. Pero mientras más trozos roba al conquistador, más veneno inunda en sus venas. Él, sólo decide teñir su rostro de amargura pues el sentimiento es mutuo, nunca escapará. Sin ningún otro miedo que enfrentarse a la separación de su amada.
Cuando su cuerpo gastado por el llanto y la desesperanza, encuentre el descanso eterno en el bienhechor suicidio, comprenderemos que sin importar cuan grande sea el amor... la Tristeza y el Conquistador serán condenados a la autodestrucción...

Todo acabó mal. Las paredes nunca estuvieron tan teñidas de bermellón en todo el año como ese día... bastó un par de segundos para que la magia se extinguiera. Las autoridades dirán del pobre cuerpo en el piso que se trataba de algún otro vicioso, ebrio de deudas y adicto al aislamiento, supuesto sicópata, vinculdado a casos fantasmas, y asesino en serie descubierto sin escape...

Otros dirán que al fin es libre de toda esta podrida sociedad que más que dicha y progreso, inunda de moho las desquiciadas calles. Valentía nombrarán la macabra escena. Será ejemplo y muchos desesperados en algo en que creer correrán la misma suerte.

Mientras que allá en la lejanía una anciana apenas puede contemplar dicho espectáculo a su alrededor, inundada de lágrimas que no encuentran calma... su nombre es Tristeza, camina aún más gris que de costumbre. Guarda una historia un tanto fuera de lo normal... pero que en realidad a nadie le interesa.

lunes, diciembre 18, 2006

APNEA/Noise Pollution


MÚSICA Y LETRA: Jorge R. Reyes Núñez
Limpia tus lágrimas déjalo atrás
sigue mi camino para de sangrar
olvida la inocencia y ponte de pie
camina a tu destino no existe un porque

el odio en tus ojos indica dolor
no puedes encontrar una explicación
eres un novato en la humillación
tu apnea es producto de tu rencor
Sentado esperando hablar sobre morir
creyendo en tus palabras para no sufrir
creíste ser un culto durante tu niñez
pero querías vivir sin tener que perder
el odio en tus ojos indica dolor
no puedes encontrar una explicación
eres un novato en la humillación
tu apnea es producto de tu rencor
"ya puedes morir en paz... acabaste con tus temores
las armas descargadas... la solución a tus errores"
Te sientes tranquilo quieres ser feliz
no es importante perder la esperanza
tu apnea se ha calmado comienza a sonreír
todas tus acciones son dignas de alabanza
se pueden mirar tus ojos sin dolor
ya no hace falta una explicación
has acabado con tu humillación
tu apnea era producto de tu rencor
apnea... apnea... APNEA

NOISE POLLUTION


La mitad de las personas que escucha nuestra música... baja el volumen, apaga el equipo, sacan el disco y lo arrojan lejos diciendo "esto es una mierda".

Pero existe otra mitad... entre ellos sordos y uno que otro engendro... y de esa mitad, la mitad dice que les da gracia lo que hacemos "que estos gilipollas tocan lo que les gusta y no lo que por una pose del demonio se les impone".
Ese es el punto... no somos una banda para conquistar el mundo simplemente tocamos lo que nos gusta y sentimos en el momento. Si te agrada bien, si no... me vale un carajo.
Cada nota es un episodio, una forma y una respuesta a nuestras vidas como personas y principalmente como banda. si uno está bajoneado se nota en la forma de tocar... al componer.
Hay temas que te dejan con hiperactividad, otros te hunden y otros que simplemente te dejan sordo... que ¿qué música tocamos?... no lo sé dejemos eso de encasillarse a los pelmasos de Mtv.

miércoles, octubre 11, 2006

esclavos de su mortalidad

Hoy no tengo ánimos de hablar... es más, lo que a continuación escribo puede que sea sólo el producto de una locura más... de otra salida de madre sin moral... hoy pienso "al diablo todo"... pero puede que mñana esto ya no esté ahí para recordar mis errores. No soy más que eso... otro esclavo de su mortalidad.

TRACK 10

condenas... arrastran... esclavos de su mortalidad
preguntan... al cielo... si acaso todo acabará
se pudren sobre su dolor... demonios de la realidad
creen cegados que su fe... sus heridas sanará
sus lágrimas se secarán

unos cuantos latigazos pueden demostrar
que tus dioses no soportan nuestra humanidad

siempre habrá quien diga
que sólo hablo de muerte
cuando sólo quiero
liberar mi mente
tan sólo quiero
liberar mi mente
tan sólo quiero
liberar vuestras mentes
tan sólo quiero
liberar mi mente
tan sólo quiero
liberar nuestras mentes

tan solo quiero

sin importar cuan difícil sea su aceptación
tu profeta es otro quijote de la salvación

jueves, septiembre 28, 2006

Capítulo II: SEIS PARTES...


Juro que no fue mi intención hacerlo... espero que "él de arriba" comprenda mejor que los tontos que me juzgarán. No niego los deseos que tenía de dispararle en medio de los ojos... tantos años de maltratos convierten a una simple mujer en un arma asesina.
Fue por sobrevivir... era necesario para seguir adelante. Ahora sólo debo limpiar está maldita desgracia... la señora Smith seguro escuchó los disparos. Con uno bastaba, pero las cosas se salieron de control y el resto del cargador ahora está en su pecho y frente. No era mi intención... eso me pasa por involucrarme siempre con los malos, Joe... ¿cuándo aprenderé? Ahora he manchado mis manos con tu sangre bastarda.

Sólo silencio, no es bueno... la señora Smith ya debe haber llamado a la policía. Les tomará un par de horas llegar... es la ventaja de vivir en los suburbios, aún así debo actuar rápido si quiero huir antes de la medianoche.

-Mi intención era tomar mis cosas y marcharme... no era cocinar- dijo mientras cargaba un cuchillo en sus manos -... una vez leí que la mejor manera de desaparecer un cuerpo es cortándolo en seis partes... ¿o lo vi en una película? Que importa, terminemos el trabajo... maldita sea, ahora sueno como tú. Finges no estar riéndote, eh Joe?... te burlas de mi incluso muerto, desgraciado... veamos que tan feliz eres sin tus piernas y brazos.


21:35... ¿Está todo en orden? La mancha de sangre fue imposible borrarla de la alfombra, tendré que llevarla conmigo también... mi vestido negro, una peluca del mismo color, gafas oscuras y el dinero de tu negocio... debo parecer normal alguna vez.... por esta ocasión pintaré mis labios. Tengo la esperanza de que la nicotina calme mis nervios.

Debería estar feliz, tengo que celebrar que ya no te veré más Joe. Qué... ¿no respondes? Disparé en tu frente y en el pecho... es imposible que estés mudo bastardo... ¿o te sientes intimidado en el claustro de ese bolso?... ja ja ja ¿Quién ríe ahora, Joe?... ¡Responde!


20 minutos para las diez... sale una figura sin expresión en su rostro de la habitación B-20. Carga un bolso en su mano derecha y una alfombra en su mano izquierda. Ninguna puerta se abre en el piso, es sólo ella y el eco de sus propios pasos por todo el pasillo. Se detiene en el depósito de basura y lanzando la alfombra con desprecio continua su camino sin mirar nunca atrás. Sube al ascensor.

Una vez en el auto de Joe, no se detuvo hasta estar a las afueras de la ciudad... sigue fumando, sigue cumpliendo las normas del tránsito. No permite que la culpa la evada de la realidad y una vez alejada de toda señal citadina, escucha la sirena de alguna patrulla acercándose a alguna escena del crimen.

Apaga el cigarro. Miró al asiento del copiloto, el bolso estaba ahí. Todos tienen un poco de conciencia en su cabeza y eso le empezó a molestar. Lo cambió al portamaletas y continuó su camino. Eran las diez y 40 minutos.


Debo deshacerme de todo esto... no creo que pueda conducir mucho tiempo... la señora Smith ya debe haber indicado la matrícula del auto y todo lo que pasó. Maldita bruja, nunca saludó y es la primera en dar una puñalada en la espalda.


Este parece ser el mejor lugar... dejaré las llaves en el auto y tomaré un trago, no sin antes saborear la nicotina una vez más… tranquila, es sólo el segundo viernes del mes. Espero no esté al salir.
Que sitio más asqueroso. Me sentaré frente al barman, parece ser el lugar mas limpio en el local. ¿Que le pasa a este tipo que no deja de mirarme?... "Oye tú, en vez de mirarme como un tonto podrías darme un trago..." reaccionó como un retardado... ni siquiera respondió.

La nueva religión


Yo era un tipo de lo más normal… al menos eso pensaba cada mañana cuando me despertaba con los gallos. Estudiaba en un colegio católico por lo que no concebía a alguien mas sabio que Dios en este mundo y universo… o así era, hasta que llegó eso de las nuevas tecnologías.
Mis profesores cambiaron su forma de hablar, incluso algunos compañeros los que no se despertaban con los gallos sino con las alarmas de sus celulares, comenzaron a referirse a todo lo que hablaban con frases como "lo vi en Internet"… navegar, mandar correos, o incluso bajar, tomaron otra significancia una aún más globalizada… yo seguía jugando a lo de siempre en los recreos. Pero la competitividad en el acceso a nuevas fuentes de información crecía día a día.
Hasta que pregunté… ¿qué es eso de la "Entrenerds"?... los tipos callaron, me miraron como si fuera un bicho raro y se rieron en mi cara. "Ja, ja, ja, como es posible Reyes que no sepas lo que es la Internet… la Internet es Dios".
Todo dio vueltas, era confuso, como podía Dios estar tan presente entre nosotros y yo no lo sabía… fui corriendo a la sala de computación. Ahí ya estaban todos en plena oración. El sacerdote Google impartía su sabiduría a todos los fieles en búsqueda de la verdad universal.
Había un puesto desocupado. Escribí ¿quién soy?... Dios me respondió "desde ahora en adelante serás Usuario 03"… mi vida dio un giro de 720º, todo era diferente… todo era mejor.
Y como dice en el evangelio de San Messenger: "Bienaventurados aquellos que están conectados, porque de ellos es el reino de la web. Bienaventurados aquellos que mandan zumbidos y caritas felices porque su sed de sedentarismo será saciada".

Hoy en día Dios está en todas partes… en nuestras mentes y corazones. En los trabajos realizados con "cortar y pegar". En las cientos de cadenas que invaden mi mail. En cada sociedad del monito verde sin ojos, ni rostro, ni pelo… ni sexo y que manda zumbidos por doquier.
Amigo, si te sientes confundido no te preocupes, la solución está cerca. Y si no la encuentras, ella te encontrará a ti, porque te reconoce y no hace diferencias… porque aún siendo judio o neo nazi; palestino o israelí; del colo la cato o la u; o incluso fenómeno de circo, si tus tobillos tienen la marca de las cadenas o si tu vestimenta se caracteriza por las plumas y las pieles de animales y sin importar el color de nuestros rostros, nuestro idioma, o el pensamiento que proclamemos... aún si un aneurisma cagó tu movilidad y no seas más que un nabo.... y si eres mimo; puedes tener acceso a esta nueva comunidad.
Ven hermano, únete a nuestra cruzada sdentarista o perece en la extinción de la ignorancia. Te esperamos de lunes a domingo, las 24 horas al día, hasta que se caiga el sistema.
Amén.

lunes, septiembre 18, 2006

CUANDO EL SILENCIO SE TRANSFORMA EN EL MEJOR DE LOS DIÁLOGOS.


Fue un sábado 16 del mes de septiembre del año dos mil seis.
Me enteré de la noticia… de la mala noticia y partí. No lo puedo explicar bien, pero sentía la necesidad de estar ahí y mostrar mi apoyo. ¿Será parte de mi naturaleza? Después de todo no soy tan inhumano como creía.
Pasaban por mi cabeza, todas las palabras, que consideraba, las más adecuadas por decir… pautaba una y otra vez las muestras de afecto, pero bastó un par de segundos para darme cuenta de lo pendejo que sigo siendo en cuanto a temas de muerte y a sus repercusiones como ser humano.

Ya estaba ahí, sentado en la última fila. Pero confieso que desde el momento de dar el primer paso en el interior del templo, me sentía fuera de lugar, ese me era un papel de costumbre… espero conocer a este tipo lo suficiente como para saber que decir, aunque quienes estaban a mi alrededor resultaban ser sólo rostros nuevos. Quizás no debí haber ido… lo poco comunicativo que soy me jugaba otra mala pasada… seguía repasando que decir una y otra vez.
Al fin pude acercarme, le extendí la mano, él me recibió con un abrazo. Creo que de mi garganta salió el tímido murmullo que decía algo así como “tranquilo señor”… y nada mas… ¡NADA MÁS! Estuve pensando como intentar demostrar cuanto me afectan esas cosas… y sólo dije “tranquilo señor”… me sentí como un estúpido… creo que si soy inhumano.
“Gracias por venir”… me dijo con los ojos tristes. Si lo conocieran, realmente se impactarían de verlo así…o al menos si lo conocieran lo suficiente como yo. Bastó para darme cuenta que mi presencia no era del todo inoportuna.
Aun así me sentía sólo, pero nada sacaba buscando compañía en esos momentos, cuando somos intentos de comprensión al dolor de un todo. No importan las individualidades. Avancé atrás en las sombras… lo común para mí… decidí acompañarlo hasta el final…tenía que encontrar una forma de entregar mi afecto. ¿Seré inhumano o simplemente un cobarde ante el mal uso de las palabras?
¿Pero que estoy hablando? Si lo importante en este momento no se relaciona a mí… sino a él y su familia.

Das un paso al frente. Encuentras en tu bolsillo el papel con la letra de un hombre gastado por el llanto... aún así reconoces cada parrafo como parte de tu mente. Hermano, subes a decir unas palabras… se percibe que lo has meditado toda la noche, quieres parecer imperturbable y fiel a tu trabajo como escritor… pero el jugar a tener nervios de acero es delicado… más en esta situación… no importa si un padre lee una o mil veces el epitafio de la tumba de su hijo… no puede ser llamado padre hasta el momento de llorarle como uno.
No finjas tu fuerza con terquedad, libera tu infante alma… que el afecto no se convierta en hostilidad. Puedes llorar. Ten la seguridad que él te lo permite desde donde te observa. No intentes simular el dolor… llega hasta donde te lo has propuesto aun si las lágrimas, más destructoras que las balas, no te dejan avanzar.

Si tan sólo una de estas frases hubiera dicho… en vez de ocultarme tras la pendeja actitud de callar y ser normalizado por lo que todos esperan se haga… por la maldita pauta… me sentiría más tranquilo… más humano. No podemos retroceder… sólo queda aceptar.
Nuevamente me acercó y sólo pronuncio una palabra… con la misma voz de antes… FORTALEZA. Espero que mi silencio se convierta en el mejor de los diálogos… en una ofrenda de respeto a tu dolor.
Comprendo que soy humano.
El resto es retirarme. Ya no se hablará del asunto.
A mi buen amigo Víctor B. A.

lunes, agosto 28, 2006

Capítulo I: "llena el vaso..."



He escuchado cientos de veces esa frase desde que me dediqué al oficio de cantinero... pero esa noche algo era diferente. Presentía que sería tal... Miré a un lado y ahí estaba ese pobre de Paul, que de seguro olvidó como llegar a su casa, lo típico del segundo viernes de cada mes.


Aparte de él sólo estaban dos o tres sujetos... tenía pensado cerrar el local en un par de horas más esa noche y darle un aventón a Paul… lo típico del segundo viernes de cada mes. Pero mientras tanto tenía que limpiar el mostrador. Necesito encontrar una distracción, algo así para no incluirme en la lista de los vagos que tengo por clientes.


Fue entonces cuando entró ella. ¿Una mujer… en mi bar? era demasiado hermosa como para ir a parar a esta pocilga. ¿Una jugarreta del destino o mala suerte... de la más mala? Vestía un traje negro que moldeaba a la perfección su figura y sus labios bermellón besaban una y otra vez un cigarrillo, reflejo de su propia neurosis. Algo escondía.

No miraba a nadie directamente tras unos anteojos oscuros. Se acercó hasta la barra justo al lado en donde yo estaba de pie como un imbécil, pasando el paño en la misma zona del mesón una y otra vez... pero mis ojos se enfocaban en ella, aún cuando ella no me devolvía la mirada.


Invadían en mi cabeza preguntas como “de dónde era” y “cómo terminó en este antro de malparidos”. Apuesto a que ni siquiera el mismo diablo se rebajaría a visitarme. ¡Mírenlos!, escondiendo su vergüenza tras un vaso del peor y más barato vino de la casa.

Pero eso poco y nada importaba. Todo se centraba en ella. Nunca antes la había visto por aquí, nunca antes vi algo tan hermoso.


- Oye tú, en vez de mirarme como un tonto podrías darme un trago...-
torpemente reaccioné... ni siquiera respondí... le di la espalda y busqué algo digno que ofrecerle, pero nada encontraba. Fue el trago más largo que había servido en todo mi historial de cantinero... si incluso su manera de decirme “tonto” sonaba sensual desde esos labios. ¿Eso es amor?... no, no te confundas. Fue entonces cuando al girar volví a verla ya sin anteojos.
Eran los ojos más bellos que había visto... el cielo se reflejaba como si su infinito resplandor quedara atrapado en dos simples copas de cristal. Algo apagados, como si un poco de tristeza había sido derramada en ellos. Aún así, por cinco minutos me sentí testigo de un milagro.


Puse el trago en el mesón. Lo tomó con fuerza entre su mano de porcelana y de un solo movimiento vertió todo el brebaje en su garganta. Puso el vaso ya vacío nuevamente sobre el mesón. Ni una mueca de desagrado en su rostro.

-¿Un mal día?- pregunté finalmente. Ella sonrío y respondió con un "Llena el vaso" que nunca olvidaré... porque lo que a continuación ocurrió... nunca lo olvidé.

jueves, agosto 24, 2006

Último Éxodo parte I y II


Un texto que parecía olvidado... entre los viejos apuntes de mi conciencia... o sinciencia... un intento más de explicar ese deseo de angustia que nos invade a muchos... que más da... prefiero sea leído que profanado en el intento de ser escuchado.


Una letra más que ayuda a no encontrarme y a que no me encuentren porque nunca quise ser visto a los ojos menos por un animal tan desesperado como lo es el ser humano siempre envuelto en su bipolaridad... a veces rie... otras llora... no es ni bestia ni angel, aun si intenta serlo... por mucho que trate siempre será la imperfección lo que termine envolviéndonos...
perdón porque reflexiono... porque mi desquiciada mente ruega por el silencio... por haber escrito esto.


Último Éxodo 1ª Parte: La Partida

Puedo sentir los susurros que la muerte prepara para mí
Puedo ver al fantasma de mi alma indicando mi inicio y mi fin


Observándome… en el lugar donde estoy y que pronto será…
mi última morada… marcada por mis pasos y recuerdos que olvidados están.


El fantasma de mi alma se acercó y su mano me ofreció
Y mientras ascendía mis piernas lastimadas recobraron su color… su vida

Al igual que mi espalda lastimada por mis enemigos…
volvía a enderezarse por sobre su vergüenza aceptando el fatal destino.

Pronto dejará de existir dolor
Las Valkirias se aproximan hacia mí
Sobre corceles blancos en resplandor
Guían mis sufrimientos lejos de aquí.




Último Éxodo 2ª Parte: La Llegada

Y queda el tiempo perdido de mi vida terrenal
Que aún exista esperanza por mis sueños que jamás se cumplirán
Ya no importa el castigo que los gusanos callarán
Soy sólo otro testigo de la muerte que a todos visitará



No existen más caminos
en donde pueda mi alma arrastrar
El mundo queda en mi pasado
porque he atravesado la entrada a mi nuevo hogar
He llegado a mi destino
más allá de todo tipo de realidad
Más allá de túneles y juicios

mi viaje ha llegado a su final.

miércoles, agosto 09, 2006

CARNICERO


Damas y caballeros... este es otro tema de "Noise Pollution", donde mi gran amigo y partner JC se preocupó de sacrificar unas cuantas neuronas para componer los arreglos orquestales. Pero en el momento en que todo parecía estar bien, tuvo la osadía de pedir que me encargara de la letra... ¿acierto o una salida desesperada?

MÚSICA: Juan Carlos Gatica
LETRA: Jorge Reyes


E
s otro día sin tanta importancia
pero aún gritas confuso en tu rincón
tiemblan las manos la sed de la sustancia
que prometía ser escape a tu dolor


a tu dolor

A
lgunos piensan que la vida es una mierda
algunos piensan que sólo les tocó perder
caminando arrastrando sus rencores
proclamando lo que no pueden creer

no quieren ver
si hay solución
a su dolor
a tu dolor


martes, agosto 08, 2006

Tarde para seguir... Tarde para volver

Esta es una de las tantas canciones que "Noise Pollution", intentará dejar marcada en la memoria de quienes, ya de por si solo, sean abiertos de mente... que como se llama el tema.
después de un extenso debate interior, descubrí que mis neuronas están saturadas de extensa incoherencia por lo que no me le ocurrió ninguno... es raro di a luz un hijo y no sé como llamarlo... ¿El antídoto no es tan simple?... ¿Tarde para seguir, Tarde para volver?.... o simplemente ¿Track 3?...
ni idea.

Letra y Música: Jorge R. Reyes Núñez


I) Cuando el viento cambie su curso y el sentimiento vuelva a nacer
debo despertar cuanto he sufrido para evitar volver a caer

II) Si no existe más inspiración que las historias que nunca vieron el sol
es tiempo de arrepentimiento más nunca terminaré de odiar mi tonto error

Nuestras miradas jamás se cruzarán
Nuestras palabras jamás se escucharán

III) Mil kilómetros y no puedo olvidar el amargo sabor de la verdad
sé que debí decirte cuanto te ame pero es tarde para seguir es tarde para volver

Nuestras miradas jamás se cruzarán
Nuestras palabras jamás se escucharán
El veneno ya no tiene el mismo efecto
Aceptaré que lo nuestro no fue perfecto


la dosis más barata de la tienda

Ocultos de la verdad, las voces callaron para dar paso al angustioso silencio. Caras buscando respuestas en el compás de sus pasos, mientras yo sólo pensaba en una pequeña dosis... que no le hace daño a nadie.

De hecho, el otro día se me hizo imposible encontrar un poco para mí. Llegué a la tienda y me dijeron que para los de mi clase no había tal cosa, nunca me sentí tan fuera de lugar, como en ese segundo que parecía un siglo.
Entró otro tipo, con mejor disposición al diálogo. Comenzó a hablar con el dueño de la tienda un dialecto irreconocible pero que con seguridad, en un futuro no muy lejano, tendría que aprenderlo. Pero eso es otra historia.
El punto es que al cabo de un rato le vendió un poco de lo que yo quería. Pensaron que no me di cuenta, pero bastó con ver el bulto en el bolsillo del tipo al retirarse, para intuir que creían estar frente a un ciego o un imbécil, y que eso de la clase les daba licencia para burlarse de mí.

No lo soporté más. Hice un lío de los buenos, de esos que más que reconocimientos y honores... sólo recibes macanazos.
No tardó en actuar la fuerza pública, los mismos que nunca aparecieron cuando asaltaron a mi vieja o apuñalaron a mi viejo, por suerte nada grave y ahora está mejor. En cambio yo aquí y ahora recibiendo golpes por querer ser más, después de todo están entrenados para saber donde golpearme y cada una de mis debilidades.
No sé si estar orgulloso de mi actuar. No pudieron tres contra uno y tan sólo al ser cinco, lograron controlarme.
Si supieran cuan doloroso es.

Al día siguiente, no tenía luz. Seguía en ese calabozo donde el único lugar con menos olor a orina y mierda, es la puerta principal. Estaba tendido en el suelo, mi cuerpo más que entumido, paralizado por los golpes. Aún sentía el sabor a sangre en mi garganta y no importaba cuanto intentara ponerme de pie, porque los perros están dispuestos a obligarme a resbalar.

¿Qué les voy a contar a mis viejos?... la verdad por supuesto.
Entré a una tienda, le pedí al vendedor que me vendiera el más barato de su negocio, había ahorrado dinero suficiente para uno sólo. El tipo me miró de arriba a abajo o de abajo a arriba, que más da. Y me dio la negativa.

... Yo sólo quería un puto sueño.

martes, junio 13, 2006

ANTI-ROCK-STAR


Tengo miedo... pero no ese miedo a la oscuridad, ni a las arañas que tenía en mi infancia. Esos ya los superé hace mucho tiempo.

Ahora que creo ver como mis sueños se están cumpliendo, ese de tener una banda de rock totalmente diferente a lo que se ha escuchado antes en esta región, y ocuparla como pantalla de letras desdichadas que algún día serán recordadas por una estirpe de fanáticos que dirán: "la otra vez, vi un grupo que sonaba como el pico, pero que tocaba con el alma... algo un poco ruidoso y con espíritu, con orden e incoherencia a la vez. eran geniales en el escenario... pero no compraría un disco de ellos ni cagando".

Eso me encantaba, me inspiraba a llevar sobre los hombros un nuevo concepto musical... el ruido era necesario para expresar, los punteos chanta de escalas, que no se diferenciaban en nada con otros de los mismos temas... era lo que quería mostrar, era lo que sentía entonces al caminar y al ver el reflejo de mi rostro pudriéndose en su amargura. Una verdadera inspiración al momento de componer.

Soy un antirockstar, porque lo que fundé no es inspiración más que de mi propia alma... y no de lo que mi bolsillo ruege. También está el factor de sentir miedo de que, ahora que puedo demostrarlo, se esfume sin dejar más que desdicha en mi corazón... de algo que si estoy seguro es que ese ruido infernal... viene de mi corazón.Y no necesito la consentización de mis pares para sentirme realizado en escena. Además de no verme rodeado de lujos ni autos caros... joyas... cadenas, anillos y dentadura de oro. Aunque suene de lo más ridículo me gusta eso de mantener una imagen suburbana, no ser más de lo que puedo ser... no engañarme a mi mismo.

Ahora que confieso que siento miedo... sé que es normal... sé que soy humano. El cambio y la realidad son difíciles de aceptar. Pero debo tener en cuenta que tarde o temprano tendré que dejar libre esta oportunidad de ser alguien, a otra persona... que pueda tener más talento al mío, algo no muy difícil de conseguir... nunca me consideré un tipo talentoso.
Tengo mis dotes artísticos y wea... pero nada más. Para mis adentros sigo siendo el mismo pendejo que se avergüenza cuando tiene que expresar en público cuanto siente. Pásenme una guitarra y meto más bulla que la cresta... pero cinco minutos después me encierro en mi mente para decir que lo que quería que durara por siempre debo dejarlo....
Por la chucha ¿es todo tan confuso siempre?

martes, mayo 30, 2006

Cuando la Música Pop se vuelve Trascendente



Me encararon en la calle diciéndome, "estoy seguro que tú eres de esos wones que dice escuchar la mejor música del mundo. Porque son grupos con nombres raros y su concepto no es comercial". Yo no dije nada. Quedé para mis adentros con sólo recordar esas palabras. ¿Será cierto? Seré tan soberbio.

Miré mis discos, al llegar a mi casa, y ahí estaban lo infaltables de siempre y de todos los tiempos, y algunos que realmente nadie conocía. Por más que entraba a una tienda diciendo "tiene poleras de Queens of the Stone Age", me quedaban mirando con cara de loco diciendo "esa banda del vocalista que murió de SIDA". "No", respondía "ese es Queen. Yo hablo de QOTSA" que más dá, me fui antes de escuchar la respuesta. Ésta era obvia.

Me habían encarado y sí, está bien, lo acepto, soy de ese tipo de wones porque tengo fe ciega en que mi música es la mejor... y la tuya es una mierda. Jajaja... pero no comparto eso de que no es comercial... porque no existe música alguna que no sea comercial. Todo artista quiere vivir de su arte.

Plantearía olvidarse de clasificar la música bajo ese criterio. Digamos mejor que hay música que tiene más adeptos, y por ende se denomina masiva; y otra que no lo es tanto. Las masas hacen de lo pop lo desechable no el músico, por muy vacío que sea su repertorio, onda Alberto Plaza y su eterno sufrimiento de "tu te fuiste... y ya no estás... y te extraño.. y no volverás" y burradas de esa índole.

Todo llega a ser pop en su tiempo pero al aproximarlo a un ambiente de expectativas trascendentales como la industria musical lo indica... en otras palabras, si perdura en el tiempo más allá de ser una simple moda, es porque es buena.

Hay muchos grupos que detesto, que otros hacen embajadores de sus sentimientos, a estos les soy indiferente; como hay muchos grupos que me encantan y que muchos no soportan. Prefiero no hacerme participe de las rivalidades entre bandas. No estoy a favor de Nirvana por sobre lo que hace Guns N’ Roses; tampoco ser fanático de Faith No More me da licencia para hablar mierda de Red Hot Chilli Peppers. Soy amante de la música porque me es fiel y permite liberarme.

No hay nada de malo en eso de ser comercial. Miro esas nuevas bandas en la tv y no siento repulsión hacia ellos. No porque se vistan mejor que yo, o tengan un ingreso per capita superior al mío debo sentir rencor.

Esperemos un par de años a ver si sobreviven al ascenso desmedido de su popularidad; si el segundo disco será mejor que el primero, y no un mero intento experimental en un momento donde el estilo se reafirma con más fuerza; o si su identidad resulta ser un mero intento de integración en la industria y la aceptación por parte de las bandas ya consolidadas.

Deberíamos analizar cuando la música pop se vuelve trascendente. Acaso Nirvana no fue pop en los noventa, incluso Led Zeppelin gozaba de masividad. Pero basta con preguntar a los nuevos giles que se incluyen en la música para ver si estos son reconocidos y respetados. ¿Cuáles son tus influencias, o qué música te marcó en tu vida?... ¿qué escuchas ahora? Son ejemplos de cómo concluir que el pop no es enemigo del arte mientras esté bien elavorado.

En conclusión: Pop y Trascendencia = Calidad.

lunes, abril 17, 2006

Amarga sinceridad


Mirarás a los ángeles caer sobre cenizas ardientes
y a tus dioses revolcarse como cerdos en su propia mierda
antes de verme feliz por alguna razón superficial.
Pasará un tiempo,
dejarás de pensar en tu futuro,
sufrirás apneas ,
y no conseguirás satisfacer ni secar tus lamentos
que eternamente castigándote están,
tu sombra seguirá perdiendo su fortaleza
hasta convertirse en un simple recuerdo…
en nada más que un simple recuerdo.
Deberás romper tu silencio
y avanzar hacia la más próxima fuente para satisfacer tus propias necesidades…
pero ésta estará vacía.
Llorarás al darte cuenta que has abandonado tu vida
para nunca más recuperarla,
y finalmente,
te hundirás en tu negro y apestoso pantano
para nunca ver la luz ni respirar el aire del mundo que ya has olvidado.
Ya no existirán recuerdos de sombras que alguna vez fueron algo,
porque el viento esparcirá tus cenizas, donde alguna vez descansaron serafines
y por todas las nebulosas inexploradas por mortales.

Proyecto A: Homo sapiens (parteIV)



-¡MALDICIÓN!- dijo Dios en su palacio- sabía que Lucifer encontraría la forma para liberarlos... ¡Regresen la cinta!- un querubín aprieta el botón de las dos flechas a la izquierda, y luego la pone en funcionamiento. Es la cámara de seguridad en la entrada.
"Gracias a esa serpiente..."
-¿Serpiente?... ¡Serpiente!- se levantó de golpe -¡Miguel! Ve con tus mejores ángeles a cazar a todas las serpientes del jardín, ese malparido no debe estar muy lejos. ¡Encuéntralo, y córtale sus extremidades para que se arrastre por la eternidad!.-
Un estruendo despertó a Luzbel, y a la distancia una bandada de aves despegaba de manera alterada. –Viene un peligro- dijo preocupado. Se acercó sigilosamente al lugar de los ruidos y vio como cientos de ángeles, armados de largas lanzas, derribaban a incontables serpientes de los árboles, para luego cortarles los brazos y las piernas. También observó a su hermano, Miguel, comandar la masacre, y con su vista de águila, no tardó en indicar hacia donde estaba Luzbel. El miedo lo invadió y comenzó a huir por senderos que sólo él conocía. Totalmente ocultos a los ojos e Dios.
Cuando pensó que ya había burlado a todos, fue su propio hermano quien lo detuvo. -¿Dónde crees que vas?-
- No dejaré que me castiguen por ser justo.- reclamó Diablo.
- Malagradecido, Dios te lo dio todo ¿por qué tuviste que desafiarlo?-
- Sus mentiras lo condenarán. Y yo sólo he hecho el primer paso para la caída de su gran imperio, que recién comenzaba a surgir. Si ningún ser celestial pudo oponérsele, los humanos lo harán-
-¡Cállate!, estás loco, no te das cuenta que ellos mismos te entregaron a nosotros, los mismos que protegiste. No son más que monos, nunca lograrán algo.-
Hubo gran silencio, y el joven ex arcángel comenzó a llorar.
Miguel se conmovió, olvidó su severidad en el rostro para convertirse nuevamente en el hermano mayor que es. Dejó la lanza a un lado y se acercó.
- Tarde o temprano, nuestras historias perderán su valor. Todo lo que digamos será recordado como un mito, o algo mucho más lejano. Concuerdo contigo al ver injusticias en el actuar de Dios, pero debo velar por el bienestar de nuestros hermanos, aún si tus acciones atentan contra ellos, deberé tomar las medidas necesarias, para detenerte.- las palabras de Miguel calmaron el llanto de Luzbel.
Unas voces se acercaban, eran los ángeles armados. Los hermanos se olvidaron completamente de ellos. Cada vez estaban más cerca.
- Vete- dijo Miguel- vete a tu reino y medita todo lo que hiciste. Si bien tu te destacas por tu amor, yo me destaco por la justicia en mis actos. Ahora te daré la espalda, huye mientras no te veo, y nunca más pongas un pie en este planeta. No te sigas involucrando en esta historia. Si lo haces, olvidaré todo vínculo familiar... y yo mismo me encargaré de ti. ¡Vete Diablo!-
Luzbel no se negó dada las malas condiciones en que se encontraba. Tomó el antídoto al elixir, y volvió a la normalidad. Se alejó del Edén hacia su reino, donde gran cantidad de ángeles lo esperaban. No estaban armados, ellos más bien se identificaron con las acciones en el palacio de Dios, las que terminaron en su expulsión del reino de los cielos. Juntos forjaron lo que se convertiría en el alter ego del cielo. Lo llamaron Infierno.
Sin contener el cariño a los humanos, fueron muchas las intervenciones de Luzbel, Diablo, o Lucifer en la historia siguiendo paso a paso nuestra evolución.

- Lo que hizo Lucifer no me detendrá. El experimento debe seguir.- Dios meditaba en su laboratorio. -Enviaré más humanos a poblar el mundo. Y los ángeles los guiarán para que sean súbditos míos. Iniciará el proyecto B: de restauración; el C: de dominación; el D: de preparación; y para finalizar, el más importante de todos, el Proyecto E: Manuel.- dicho esto un llanto de bebé rompió la meditación, venía de una de las miles de habitaciones en la inmensa mansión.

Esto no fue el fin de una historia, sino el inicio de todo.

Proyecto A: Homo sapiens (parte III)



Dios puso dos ángeles cuidando la entrada principal al Edén, con el fin de evitar el ingreso de Diablo. Pro el amor que sentía por Adanina y Evo, que ideó un plan para que estos tuvieran el conocimiento necesario para defenderse de las trampas de Dios.
- Combatiré alquimia con alquimia.- se decía, mientras en su cabeza aún retumbaban las carcajadas de Dios y sus hermanos, lo que le sirvió de incentivo para no descansar hasta conseguir todo lo que necesitaba.
Pasaron varios años, y después de varios intentos fallidos, logró introducir un poco de su sangre junto a un poco de su sabiduría en el fruto que daba el árbol del centro de la fortaleza verde, y un elixir obtenido del ADN de las serpientes del bosque, animal que eligió por el gran equilibrio que logra tanto con sus patas delanteras y traseras, que le servirán para escalar todo tipo de estructura, como con su larga cola.
Llegó el día de la operación. Se acercó lo más que pudo al jardín, vio a los ángeles en la entrada. Tomó el elixir, envolvió el fruto con la cola, y trepó por una de las paredes. Una vez adentro buscó por todos lados a Adanina o a Evo. A través de los árboles, avanzó hasta el centro del Edén, y esperó la recolección de frutos que hacían constantemente para dárselos todos a Dios cuya sed y hambre era insaciable.

Al fin llegó Adanina, cansada de todas las faenas.
- Pss, Adanina, aquí arriba.- susurró Diablo, en un dialecto primitivo, que sólo los tres conocían.
-¿Quién eres tú?, y ¿Por qué tu voz me es conocida?- respondió la mujer, desconcertada.
- Vengo a ayudarlos a escapar de esta falacia. Rápido toma este fruto, come de él, y compártelo con Evo, no hay tiempo que perder.-
- Pero ¿Cuál es tu nombre?
- Basta de preguntas, vete antes de que Dios nos vea.- y dicho esto, la serpiente desapareció en el bosque. Sabía que la curiosidad de la mujer ayudaría para que la pareja fuera advertida.

Tanto Adanina como Evo comieron del fruto, y pronto todas las respuestas a sus interrogantes fueron satisfechas. Pero el fruto no sólo contenía sabiduría también tenía conciencia entre el bien y el mal, por lo tanto se les entregó la facultad de hacer buenas y malas acciones.
La mezcla entre lo divino y primitivo, dio origen a una nueva mutación de seres que pese a sus limitaciones físicas, su mente hábil e inventiva los llevará a la eterna competencia, y a la futura autodestrucción. Sin duda la mas horrible de las especies que caminó sobre el planeta tierra, que más tarde fue nombrada "raza humana".

Sus mentes cambiaron en su totalidad, comenzaron a hablar del comercio, y de las ganancias que obtendrían vendiendo la fruta que daban a Dios, en las afueras del Edén.
Mientras, Diablo descansaba en la profunda selva, la pareja de humanos logró enfrentarse a los dos guardias, matando a uno y al otro dejándolo mal herido en el suelo.
- Gracias a esa serpiente lograremos dominar este mundo y superaremos incluso a Dios.- dijo Evo sintiéndose todopoderoso. Acto seguido, los dos humanos huyen al oeste cargando pieles para las noches, y suficiente alimento para sobrevivir.

ProyectoA: Homo sapiens (parte II)



Llegó el día y las entradas estaban agotadas. Serafines, querubines, arcángeles y seres celestiales varios, se habían reunido para ver lo que Dios había preparado.
Se apagaron las luces, se corrió el telón y claros acordes de un cuarteto de cuerdas comenzaron a escucharse por toda la sala. Apareció un texto desde la parte inferior de la pantalla que se perdía a medida que ascendía.
"Al principio no había nada. Entonces Dios separó la luz de las tinieblas, creo el cielo y la tierra, creo océanos, animales y plantas, durante una agitada semana. Al sexto día creó al hombre a su imagen y semejanza, al séptimo descansó en los laureles pensando que todo era bueno... o algo así".

Luzbel, al ser el animador del reality, tuvo que establecer una residencia más cercana a la tierra, y con las ganancias de los primeros años no dudó en hacer de una simple casona, un reino de iguales proporciones que el cielo (al momento de irse de ahí).
En cuanto a Dios. Él se hizo millonario en muy poco tiempo y debido a su popularidad los demás seres celestiales no dudaron en hacerlo dueño de todo el paraíso. Les prometió una aparición, a todos ellos en el espectáculo, y finalmente fueron cegados por la fama y el reconocimiento público.

Con el tiempo Luzbel se encariñó con los dos monos de nombre Adanina y Evo. Mujer y hombre respectivamente. Muchas ocasiones interactuaron jugando en la niñez todo bajo la supervisión de Dios, al cual los dos prisioneros rendían honores por tener todos los derechos del show. Pero si bien a Dios lo veían como a un padre... a Luzbel lo vieron como hermano mayor.

Un día Luzbel fue a visitar a Dios al cielo con gran cantidad de ideas nuevas. Mucho tiempo pasó frente al citófono, antes de que le abrieran la puerta de oro, nueva por cierto. Todo había cambiado, en la distancia se erguía una gran mansión de incontables habitaciones. Ha medida que se acercaba se escuchaban grandes carcajadas...
- Por lo menos no han perdido el sentido del humor entre tanto malgasto de material- se decía.
Las calles estaban vacías, todos estaban en la mole de blancos pilares. Tocó la puerta, y enseguida atendió uno de los querubines con una remera del "Show de Adanina y Evo" donde aparecían dos simios con caras estúpidas.
-¡Diablo! Como está todo en el Edén... pasa, pasa, no tengas vergüenza.- dijo el pequeño.
Una vez adentro la bohemia era total. Ángeles ebrios de tanta ambrosía y otros en pleno tráfico de sustancias alucinógenas ilegales.
Pasó finalmente al salón principal y en un trono de metales y piedras preciosas, desconocidas pero de un gran valor, ubicado en un extremo de la sala, estaba sentado Dios. Lucía unas gafas oscuras, pelo largo, barbalarga, un abrigo de piel de unicornio, y alfombras de animales ya extintos. Junto a él, dos sensuales elfas haciendo bailes eróticos, y sus tres hermanos; Miguel, el mayor, se caracteriza por su sentido de la justicia, y por su manejo de la lanza; Gabriel, músico trompetista, el más tranquilo de sus hermanos; Rafael, el más ágil, servía de mensajero de todo lo acontecía en el universo. Manuel, el menor, no se encontraba por ninguna parte, era muy pequeño y estaría durmiendo pensó Luzbel.

Miguel se levantó y dijo con voz severa- ¿No te basta, hermano, con toda la fama del mundo, qué vienes a interrumpir la paz de esta humilde morada?-
- Dios- dijo Luzbel sin tomar en cuenta las palabras de su hermano, él cual nunca apartó su envidiosa mirada.- tengo algunas sugerencias para el show -.
- Todo a su tiempo- dijo el rey de la codicia- ahora veamos tu programa.- En el acto todo fue silencio, se encendió el proyector de la pantalla gigante al centro de la pared opuesta a aquella donde se ubica el trono.
Luzbel estaba emocionado, era la primera vez que se veía al otro lado del espectáculo. Pero sus expectativas se derrumbaron al oír las constantes burlas de todos hacia Adanina y Evo, y sus reacciones ante el trueno y los relámpagos. Confundido por lo que pasaba y con una repentina agitación en su respirar, buscó respuestas a los alrededores. Cualquier cosa que le explicara que estaba sucediendo
La ausencia de Luzbel en el paraíso, significó también la ausencia del amor en éste, por lo que muchos ángeles jóvenes nunca conocieron este sentimiento. Sólo experimentaron la corrupción en sus mentes, al no tener más ejemplo que Dios y los arcángeles envidiosos.
Finalmente su mirada llegó a donde estaba el alquimista, y pudo apreciar como éste arrojaba centellas sobre el planeta con malvadas carcajadas, que no hacían mas que contagiar a todos los presentes.
Luzbel no lo soportó más. Se puso de pie, y se lanzó sobre Dios golpeándolo y maldiciéndolo, para luego asfixiarlo con ambas manos.
-¡MALDITO, TRAIDOR!-
Miguel, Gabriel y Rafael lograron separarlo y sin pensarlo dos veces lo exiliaron a su reino, arrojándolo desde la cima celestial.
-¡No te saldrás con la tuya, Dios!- Fue el grito que retumbó en la mansión por siempre, mientras descendía abruptamente. Nunca más volvió al paraíso, y se convirtió en el enemigo número uno del cielo, donde cambiaron su nombre por el de Lucifer.

Proyecto A: Homo sapiens (parte I)



"En el laboratorio del gran inventor, hace ya miles de años, un siniestro experimento, donde una pareja de mamíferos fueron los protagonistas, comenzó una historia que en las próximas generaciones, sus versiones cambiarían totalmente. Fábula o verdad... eso es algo que nunca se sabrá".


Al principio de todo, el conocimiento de la alquimia equivalía cuan poderoso podría llegar a ser alguien, y en épocas donde todo era claridad y resplandor en el cielo, el máximo representante de este género era aquel que se hacía llamar Dios. Su fama era reconocida en todo el reino celestial. Espectáculo que ofrecía era un éxito seguro, más aún si la mente de cada uno de los asistentes resultaba ser controlable, en todo sentido de la palabra.
Días antes de que se presentara el show que, según el mismo Dios, sería su obra maestra, uno de los arcángeles más jóvenes de nombre Luzbel se acercó a los laboratorios del científico, en busca de conocimiento y respuestas a sus inquietudes. Tal fue su impresión al ver hectáreas y hectáreas de tubos de ensayo con líquidos de incontables colores, pero no vio a Dios por ninguna parte.
Siguió avanzando en la inmensa habitación hasta llegar a dos bultos tapados por una sábana negra. La tiró y no pudo contener las lágrimas ante lo que distinguía como dos simios rapados, temblando desnudos por culpa del frío, en distintas jaulas. Cada una de éstas con un nombre grabado en una placa de oro. La primera decía "hombre", la segunda "mujer". En una mesa continua se encontraban varias identificaciones falsas donde figuraban nombres como Yavé, Iehova, Ra, Zeus, Júpiter, y muchos otros que se harían impronunciables para cualquier mortal. También estaban los papeles de un tal proyecto "Homo algo" en el que se mostraba a los dos pobres animales interactuando en un planeta llamado tierra...
-¿Qué haces aquí?- era la voz de Dios, profunda y grave como de costumbre
- Yo...- con un movimiento torpe, Luzbel derribó la mesa y se dio vuelta rápidamente.- yo sólo vine a avisarle que la cena está servida- esa fue la excusa más pronta y ridícula que se le vino a la cabeza. Luzbel estaba nervioso, sabía que su curiosidad le jugaría en contra esta vez.
- Supongo que no viste mis apuntes- dijo el "imperturbable" alquimista mostrando una preocupación sospechosa, y un enojo repentino.
- Si, digo ¡no!... bueno, la verdad es que sí, pero ¡Por favor, no me haga nada malo!- Luzbel miraba el suelo esperando el castigo de Dios. Luego de un rato levantó la cabeza, y pudo observarlo en una postura totalmente reflexiva
- Tiene que haberse dado cuenta de mi experimento.- palabras que repasaba, una y otra vez, Dios en su mente.- "Aún no están listos los homo sapiens. Todavía son sólo un par de monos. Van en lo que denomino como "homo erectus". ¡Son muy tontos!... pero... quizás así sea más interesante verlos sobrevivir.
Pero que haré con este idiota. Me sorprende que el don de la inmortalidad sea entregado a individuos tan estúpidos. No puedo callarlo para siempre. Debo enviarlo a otro lugar... ya conozco la solución."-
- Ja, ja, ja, me has sorprendido- dijo finalmente rompiendo el silencio- esperaba que fuera una sorpresa, pero ya que estás aquí te contaré... Este es el primer Reallity Show del espacio y tiempo...
- Pero ¿Por qué tienes encerradas a esas pobres criaturas?- preguntó Luzbel. No por nada es el arcángel con más sentido de amor en el reino.
- Eh, bueno... ellos en un principio fueron muy violentos cuando los rescate del primer desastre de los cometas. Pero los he ido educando y cuido del resto del universo... porque los amo.- respondió el alquimista mientras una sonrisa piadosa se dibujaba su rostro.- Y ahora que te miro bien, mi joven amigo, eres perfecto para el papel del anfitrión ¿Has pensado ser una estrella reconocida por su talento- dijo con falsa imagen el estafador.
El único defecto de Luzbel, sin contar su curiosidad, y el uso del corazón por sobre el cerebro, es ser crédulo, es decir, todo lo que se le diga sea verdad o mentira, si tiene buenos fundamentos... lo cree.
- Todo el tiempo, e incluso ya he pensado en mi nombre artístico "Mefistófeles"- dijo entusiasmado el arcángel.
- Me gusta ese espíritu, pero no has pensado uno más corto.-
- No se preocupe, tengo varios: Satanás, Satán, Lucifer, Diablo...-
- Diablo es bueno... el Show de Diablo. Suena bien.-
Y así se cerró el trato, y dentro de una semana todo estaría listo para la parafernalia. Había que arregla el cielo y la tierra; poner plantas por aquí, animales por allá, y un par de bichos raros no sé donde.

LA ÚLTIMA BATALLA DEL SARGENTO ESPINOZA


"Buenos días joven, ¿Acaso no hay un sol hermoso en el cielo, que nos quiere decir como la vida es un eterno paraíso de leche y miel?". Ese era Rubén Espinoza, mi vecino, es conocido por estar siempre enajenado, desde que su mujer lo dejó nueve años atrás por el cartero. Una relación que duró en secreto alrededor de tres años, antes de que ella decidiera montar en la bicicleta de su amado, para irse a vivir a un mundo de estampillas y códigos postales.
Lo irónico es que éste sigue dejando las cartas a su puerta, y don Rubén, por su parte, le da una propina de $500. La verdad, es que mi vecino nunca supo con quien tuvo el affair su mujer, sólo los otros quince residentes del condominio conocen la historia con más detalles.
¿Qué es lo que le pasó? ¿Por qué ahora es amable? Siempre me reta por escuchar música hasta la madrugada, incluso ha llamado a los "pacos" un par de veces; o por usar el pelo largo, atacándome con sermones como: "lo que te falta cabrito, son unos meses en el servicio militar, pa’ que dejí de dártelas de hippie y comunista".
Estuve con la incertidumbre hasta ver el calendario cervecero de la puerta de mi pieza. Llegó fin de mes señores, los únicos días en que mis vecinos están de buen humor, puesto que sus bolsillos se llenan de monedas y billetes, conozco casos en donde te saludan con un abrazo en medio de la calle. Algo insólito que ocurre en año nuevo y estas fechas.
Don Rubén se dirigía a la sucursal más cercana, para cobrar el lindo papel atesorado, como hueso santo en el bolsillo de su camisa. Comencé a imaginarlo en la fila del banco, durante largas horas de espera, con los traumas de cuando era un pelado en servicio.
Llega al banco a eso de las mil horas, o diez de la mañana para la gente común, marchando por el sendero donde nace el sol. Saluda al guardia dando su rango y nombre, y pide permiso para ingresar. El guardia con una mueca de risa en su rostro le dice imitando a Daniel López, "permitido". Como no tiene cuenta debe ponerse en la fila de público general, y no le es del todo desagradable, siempre quiso saber como se sentía un rango superior.
Con el transcurso de las horas y la fila avanzando de manera lenta y aletargada, los años le cobraron la cuenta al Sargento Espinoza. Estaba débil y asfixiado en la calurosa serpiente de personas. Veía uno que otro complot, y no creía tener la suficiente fuerza para defenderse como en sus años mozos. Todos desean su preciado cheque ¿Quién sería el ladrón? La señora a sus espaldas, los niños que se cruzan entre las filas, o quizás el joven delante suyo, que movía las manos imitando alguna batería de moda. Mi sargento también movía las manos, pero sólo por nervios. Sus ojos buscaban asilo en todo rincón, sudando en forma descontrolada. No podía tocar cualquier cosa sin mojarla.
En el lugar más seguro del mundo practicando inseguridad, ni siquiera el matinal, las copuchas, o los comerciales en el televisor, que causaban tanta gracia a los presentes, lo calmaban. Quería enfocarse solamente en quien iba ser el marxista que lo atacaría cobardemente. Miraba su reloj con desesperación, nadie lo esperaba en casa pero tenía deseos de huir de ese apestoso lugar. Comenzó a sentir una molestia en el lado izquierdo y un dolor intenso en el pecho.
Por fin su turno, ¡respire Mi sargento, pronto saldrá de aquel antro!, se retirará con la frente en alto por el camino donde nace el sol. Saboreará la dulce victoria y no importará si el mundo lo condena como asesino o héroe, porque usted, Mi sargento Espinoza, triunfará esta batalla.
Un sonido sordo se escuchó en los pasillos del banco, seguido de un alboroto colectivo. Las señoras lloraban, el joven corría en busca de ayuda, y los niños se preguntaban curiosos, de quien era el cuerpo que yacía en el suelo. Era el Sargento Rubén Espinoza, que ya no tendrá cheques por cobrar... nunca más.
Muchos como él, se dejaron consumir por los crudos episodios de un régimen teñido de sangre. Hoy están indefensos, en peligro de extinción, y conscientes de todo lo acatado aquellos años donde la ley se escribía con balas. Mal interpretaron lo que eran la justicia y la libertad, alimentaron sus vidas con vergüenza, y se vistieron color culpa, hasta que la muerte los reclame.

Del cielo al infierno un paso y viceversa


Creo que estoy madurando, ya no me interesa ver el Cartoon Network, ni comer Chocapic en las mañanas. Sólo pienso en formar una familia, comprarme un auto, una casa en la playa y dos perros labradores. Además ya no le tengo miedo a la oscuridad.
Creo que la causa principal es que mi interés por la política está creciendo cada día más, es por eso que me encuentro en pleno centro de mi ciudad con la guía telefónica en la mano derecha y anotando las direcciones de todo partido político en la zona, con la mano izquierda. Estaba en un dilema, puesto que no soy zurdo. Aún creyendo que me tenía que acostumbrar a la idea de serlo, sin descartar la posibilidad del otro bando. ¿Es todo tan confuso siempre a esta edad?.
Llegué a toda sigla que me era reconocibles gracias a los facsímiles de la PAA, perdón de la PAT... disculpen, de la PSU. Desde el PS, UDI, RN, DC, PC, PPD, WC, todos conglomerados buscadores de adherentes incluso debajo de las piedras. El último no es un partido, tuve que acudir a éste por motivos personales... no creo que valga la pena mencionarlos.
Desde el día de mi inscripción en los registros electorales, estuve consciente de que debía elegir además un punto de representación dentro de todo el espectro de partidos... ¿pero cuál?. Ahora en cada puerta que golpeo, soy recibido por una sonrisa con promesas que aseguran un futuro de dedicación, la verdad absoluta y las puertas del cielo. En el otro bando es exactamente lo mismo, futuro verdad y el cielo.
Revisé todo el diccionario partidista, pero nada me trajo satisfacción. Todo ya estaba manchado por lo vivido entre 1970 a 1990. Quedaban muchas heridas por cerrar en cada bando, heridas que mucha gente de mi edad nunca vivió, pero que aceptaron como propias. ¿Acaso mi generación tendrá que sufrir la misma separación civil.?
Sé que mi deber como ciudadano me obliga a buscar el bien común. Lo hecho, hecho está, aprendo de los errores pasados sin buscar responsables. ¿Quién soy yo para culparlos? Que importa el color de nuestros estandartes. Es tiempo de mirar al futuro, señores, no vivamos en este círculo vicioso hostigado por nuestros infiernos personales.
Está decidido, debo aceptar el papel de forjador de un nuevo ideal. Si puedo formar mi propio infierno, creo tener el derecho de formar mi propio cielo. "Hoy tuve un sueño, y en ese sueño estabas tú, y muchos como tú. Con esa sed de justicia y de tolerancia. Pero me sonreías, porque al fin tus ansias encontraban un descanso más allá de todo prejuicio, ya nada era imposible bajo el símbolo de una inmensa J, seguida por una inmensa R".
Esa es la respuesta "JR", mi propio partido... perdón nuestro propio partido. Las Juventudes Realistas dominarán la nueva era. Llegó el tiempo de asumir nuestros lugares. Porque sé que después de un gran dolor nacen las flores del amor.
¡He dicho!

Historia de como la verde colina se transformó en escenario de los más tristes episodios de un pobre desdichado. (parte IV)


Pinkpocket sintió aún más miedo, pero nunca desesperó, aún no tenía un arma en sus manos, y no vestía ropas negras.- Es sólo un sueño, fue sólo un sueño- repetía una y otra vez.
El sonido de su celular lo despertó del trance, era su hermano y otro mensaje de texto. "Doble P (así es como lo llama su hermano), te espero bajo la sombra del sauce, apúrate".
El sol se negó a esconderse antes que Pinkpocket decidiera ir a la colina.- si he de escapar toda mi vida de este destino malgastaré toda oportunidad de ser feliz... si alguna vez seré feliz. Es mejor enfrentarlo, aún siendo un rival al que nunca ganaré- decía mientras cerraba la puerta de su casa por fuera.- pero creo vencerte si no poseo arma alguna ni sigo al pie de la letra lo que en aquel onírico espectáculo observé.- Pinkpocket se internó en el rojo pantano y finalmente llegó donde el sauce. El sol se negó a esconderse antes que Pinkpocket se sentara en la colina.

Ahí ya estaba su hermano vestido entero de negro, imperturbable y silencioso como de costumbre. Pinkpocket no quiso decir una sola palabra... fue su hermano quien finalmente rompió el silencio del pantano.
-¿Has sentido como el alma cae en pedazos, sobre el suelo negro y frío de nuestras traiciones?- fue la sentencia que dejó pálido a Pinkpocket. Al fin comprendió todo. No era su hermano quien debía morir esa noche, como lo había soñado... era su propia muerte la que se llevaría a cabo, antes que el sol se escondiera totalmente en el horizonte.

Estaba paralizado, los músculos de su mandíbula no reaccionaban incluso cuando su hermano lo agitó sujetándole la camisa. En su mente condenaba al destino como si éste fuera un maldito bromista.
Todo coincidía como en aquel sueño... como en aquel mal sueño. Reconoció el revólver de su abuelo en las manos de Pinkpocket, que miraba justo en el medio de sus ojos. Debía de haberlo sacado mientras su abuelo dormía la siesta. O puede haber practicado con su cabeza para acostumbrarse al óxido del gatillo. No fue en busca de relajación... todo lo tenía planeado desde un principio.
Pero yo no soy la principal víctima de su desquiciada mente... sino ella. Siempre es una mujer la que nos impulsa a hacer lo impensadamente irracional.
Mientras sus manos temblaban, realizó una vez más la pregunta que apuñalaba su corazón.- Dime, hermano, ¿Alguna vez has sentido como el alma cae en pedazos? ¿Puedes ayudarme?-
Pinkpocket olvidando el riesgo de cualquier mala frase, y aceptando que todo ya estaba escrito, contestó. –Lo siento, pero tú has nacido para nunca amar, sólo para desear ser amado, y envidiar a quienes sí aman -.
El sonido de un trueno y la verde colina se tiñó de rojo. El hermano de Pinkpocket nunca más hablaría con él, al menos... en su sano juicio.

Historia de como la verde colina se transformó en escenario de los más tristes episodios de un pobre desdichado. (parte III)



Pinkpocket sintió miedo, se puso de pie después de meditar el extraño sueño. Sudaba con solo pensar que sus manos serían capaces de tal horrendo crimen. Su casa estaba vacía, daba por suposición que todos estaban en sus labores. Bajó a la cocina a prepararse algo para aliviar su fatídica hambre. Un café con un pan tostado del día anterior, con un poco de sabor a mantequilla. Prendió la televisión buscando cualquier tipo de distracción, pero sus intentos fueron en vano. Ninguno de ellos le ayudó a olvidar ese sueño.

- Debo estar volviéndome loco. Si ni siquiera tengo un arma.- dijo en voz alta. Pero la inseguridad seguía en su cabeza. Sentía gran aprecio por su hermano mayor, por lo que sacó por conclusión que mientras más alejado éste se encuentre, más imposible será que se lleve a cabo su crimen.
Efectivamente, una nota que encontró en la mesa le decía que él, su hermano, se encontraba en la casa de su abuelo, en la playa. Buscaba relajarse después de terminar con su novia... mejor dicho, ella terminó con él. Respiró más tranquilo y decidió seguir con la rutina de su día. Se vistió con colores vivos, al contrario del negro fúnebre de aquel mal sueño, porque eso era... un mal sueño.
Al salir vio a la distancia lo que distinguía como la verde colina. Si bien ya no resultaba una amenaza, aún le producía un escalofrío en su espalda. No le dio tanta importancia, quizás no la suficiente a la merecida, siguió al pie de la letra su monótona vida.

Todo se produjo de lo más normal. Asistió a clases, disfrutó con sus compañeros de los jóvenes días que atraviesan en su paso por esta tierra, y se retiró cansado a su casa sin otra intención de dormir. Al caminar un par de cuadras desde el paradero donde lo deja la micro, y bajo las rojas luces del día que con cada segundo desaparecía en el horizonte, miró hacia la verde colina, que se teñía de bermellón.
Pinkpocket sintió miedo, veía el mal presagio en aquel cuadro inmóvil. El aire era denso, y sólo escuchaba el sonido de sus pasos al avanzar. Ni siquiera ver que su casa seguía oscura, señal de la soledad en su interior, le entregaba calma... sólo le daba el ambiente de muerte del que intentó huir todo el día.

- Me siento un maldito títere del destino ¿por qué me quieres hacer partícipe de este maquiavélico juego?- decía mientras observaba el cielo. esperaba la respuesta de un dios que nunca quiso responder. Todo era silencio, incluso los perros se quedaron mudos al avanzar a su lado.- Ellos pueden sentir a la guadaña siguiendo mi sombra. La respetan, es por eso que sólo inclinan la cabeza en pos de su superioridad- el sonido de su llave atravesando la cerradura lo volvió a la realidad.
Sobre la mesa estaba su celular con un mensaje de texto por leer. Era su hermano le pedía que se juntaran en la colina verde antes del anochecer. Parecía desesperado y sin más salida que la ayuda de alguien de su propia sangre.

jueves, abril 13, 2006

Historia de como la verde colina se transformó en escenario de los más tristes episodios de un pobre desdichado. (parte II)



Anochecía, y Pinkpocket sabía que con cada segundo que pasaba, su deber se hacía imposible. Debía actuar rápido. Esconder el cadáver de su único hermano no era una tarea que ocurriera todos los días.
Sin mostrar un rastro de remordimiento, guardó el revólver, ya oxidado, en el bolsillo de su gastado abrigo, y comenzó a cavar con las únicas herramientas a su alcance... sus pobres manos, las que aún no se recuperaban del episodio anterior. El silencio sentenciaba su ignorancia ante la gravedad de lo que había realizado diez minutos atrás.

- Ya está hecho. Nadie encontrará el cuerpo, ni lo ensuciará entre cultos paganos- dijo Pinkpocket después de horas de trabajo, mientras buscaba una excusa razonable en su cabeza desquiciada. Distorsionaba la realidad para sentirse todavía dueño de su destino.
Fue así como afirmó que era el salvador del alma de su hermano, la cual hubiera enloquecido con las velas y las rosas muertas, con los lamentos de quienes él (su hermano) más estimaba y con los interminables sermones de ese sujeto que nunca comprendió verdaderamente lo que sucedía alrededor suyo, por estar siempre con la mente en el cielo.
- Junto a este árbol, estarás a salvo... no es necesario que me lo agradezcas, tú hubieras hecho lo mismo por mí.- se sentó junto al lecho de muerte, y contempló el cielo estrellado. Del silencio surgió el llanto, y los gritos de desesperación ahogados de alguien. Pero el rostro de Pinkpocket no mostraba un solo gesto de horror, creía que su locura había alcanzado límites inhumanos.
Los sonidos venían del suelo, y pronto a su lado, la tierra que había sido removida para dar paso a una tumba sin nombre, comenzó ha temblar. Aparecieron los brazos del hermano de Pinkpocket y un susurro pidiendo ayuda.

Pinkpocket se puso de pie y manchó nuevamente sus dedos con el oxido del arma. En su mirada la paz se esfumó dando paso nuevamente a la ira. Espero hasta que la mitad del cuerpo de su hermano se asomara para estar seguro que estaría consciente para lo que iba a suceder.
Su hermano ya respiraba fuera del claustro, y bastó que mirara una vez los ojos de Pinkpocket, para darse cuenta de sus intenciones.
- ¡Maldito imbécil!- comenzó a gritar Pinkpocket -¡Quédate en tu agujero de mierda si no me quieres ayudar a realizar mis planes!- Con cada insulto una bala era descargada, y al no tener más municiones comenzó a golpear el rostro de su hermano hasta asegurarse de que éste dejara de expeler vida. No descansaría sin antes lograrlo.

El pobre Pinkpocket sólo volvió en calma, una vez que el cuerpo de su hermano ya no mostrara signos de respiración, y descansara seis pies bajo tierra. Se sentó en la verde colina y aún cuando todo estaba en silencio, se escuchaba el susurro de un llanto, más nítido que el anterior. Era Pinkpocket.
-¡Que he hecho!... Soy un monstruo- aún no terminaba la frase cuando de la tierra apareció el brazo de su hermano, tomando a Pinkpocket de la cabeza, y murmurando como quien agoniza – Todavía puedes cambiar mi destino-
Pinkpocket despertó, y en su estado agitado pudo reconocer su habitación. Pero algo más le era familiar. Revisó su reloj. Eran las seis de la mañana del día en que había matado a su hermano. Todo era un mal sueño ¿Todo era un mal sueño?

Historia de como la verde colina se transformó en escenario de los más tristes episodios de un pobre desdichado. (parte I)



El día acabaría en unas cuantas horas, pero eso no era de demasiada importancia para Pinkpocket que esperaba solo, sentado sobre el único lugar que reconocía como seguro bajo ese cielo todavía azul. La verde colina no es más que un terreno abandonado por su dueño, al estar rodeado de un apestoso pantano de desechos industriales.
Pero no era del todo desagradable. En la cima se erguía un árbol, con sus ramas apuntando sin descanso hacia el suelo, casi tan triste como Pinkpocket, pero capaz de dar una siempre bienvenida sombra para el descanso de quien lo estime conveniente. Justamente en ese lugar se encontraba Pinkpocket, esperando a su hermano mayor. Se sentía inquieto desde el comienzo del día y creía que él, su hermano, le prestaría ayuda en su "misión".

Finalmente, a la distancia Pinkpocket vio como se acercaba su hermano tan alegre y callado como de costumbre, sin decir una palabra se sentó a su lado, y así pasaron las horas en el silencio. Pinkpocket buscaba las palabras precisas, no hablaba mucho, puesto que siempre estimó tener las mejores palabras para expresar algo, aún cuando le llevara un milenio obtenerlas. Y cuando solo bastaban unas cuantas horas para acabar el día, rompió el silencio.

-¿Has sentido como el alma cae en pedazos, sobre el suelo negro y frío de nuestras traiciones?-. Decía sobre su verde colina, Pinkpocket, con sus ropas ya gastadas. Luego se dirigió a su hermano mayor que escuchaba atentamente todo lo que hablaba.
- Lo has sentido antes ¿o no?. Acaso nunca antes te enamoraste de alguien no correspondido. ¿Acaso nunca te han abandonado como un perro en tus problemas y con mas dudas que respuestas, ¡¡ Que acaso nunca has sentido odio por alguien alguna vez!!?-
El hermano de Pinkpocket no contestaba pero seguía mirándolo fijamente a los ojos, con esa mirada que ve más allá de los huesos y la carne.
-¡¡Responde, mierda!!, ¿Lo has sentido alguna vez, o no? ¿Acaso eres sordo? ¿Sabes lo que es el alma? ¡¡Responde, mierda!! ¿Lo has sentido alguna vez?-. Pinkpocket tomó a su hermano de la camisa. Lo agitaba con desesperación, pero no conseguía ni una sola palabra, sólo la mirada de su hermano mayor, este no pestañeaba.

Pinkpocket comenzó a llorar, si conocieran a Pinkpocket, realmente se sorprenderían de que un ser así pueda llorar. Sus lágrimas fueron ríos que inundaron la verde colina. Con la voz rapada y cansada se dirigió por última vez a su hermano, pero ahora, sacando un arma de uno de los bolsillos de su abrigo negro, apuntó justo a la cabeza , entremedio de los ojos.
Mientras sus manos temblaban, realizó una vez más la pregunta que apuñalaba su corazón.- Dime, hermano, ¿Alguna vez has sentido como el alma cae en pedazos? ¿Puedes ayudarme?-
Su hermano olvidando el riesgo de cualquier mala frase, contestó. –Lo siento, pero tú has nacido para nunca amar, sólo para desear ser amado, y envidiar a quienes sí aman -.
El sonido de un trueno y la verde colina se tiñó de rojo. Pinkpocket nunca más hablaría con su hermano, al menos en su sano juicio.

miércoles, abril 12, 2006

El preso y la muerte como regalo



Creo que aún podría escapar de aquí. Pero una vez que lo logre que puedo hacer... a donde ir. No tengo noción de cuantos kilómetros debo atravesar para encontrar un refugio, o si allá afuera es verano, otoño, invierno o primavera, ni si es de noche o de día. No tengo idea alguna si me encuentro en el desierto o en el ártico, a mil metros de altura o a 20 mil leguas en un viaje submarino... o incluso en el centro de la tierra. Además no puedo ver nada con esta maldita oscuridad.
Lo único que sé, es que el maldito hambre llegó puntual como siempre. Como te envidio desgraciado, te ríes de mí ¿verdad?. Gozas viéndome retorcerme en mi angustia... ¡ja, ja, ja... pero yo reiré último ya lo verás!, sé que dentro de este cuadrado apestoso mi vida puede encontrar un salida. Sé que, aún si la locura logra dominar mi mente, existirá el suficiente raciocinio para conseguir la libertad de mi espíritu.
Tiene que estar por aquí... se que lo deje en alguna parte... ya no recuerdo ni siquiera su forma... soy un invalido entre las tinieblas. Reconozco las sábanas viejas ymis propias fecas en ese rincón... que... ¿Acaso nunca han estado en un calabozo?
Un momento...¿Qué es esto? Parece una caja. Nunca antes me topé con ella. Puede ser una bomba... o quizas comida... ¡NO! Eso es lo que quieren. Quieren que la abra y me muera ¿cierto? Pudranse en el infierno hijos de perra.
Entonces finalmente lo he logrado. Todo el mundo está en mi contra... y han determinado mi ejecución. Dentro de una simple caja con cinta de regalo... no la abriré jamás. Pero puede que sea un regalo de cumpleaños... un pastel, si incluso puedo sentir su olor... no tengo idea del tiempo que llevo en este estúpido claustro... ¡no, eso es lo que quieren los bastardos! Debo desacerme de esta porquería lo más pronto posible, la arrojaré a algún rincón donde no pueda recuperarla. ¡Hasta nunca caja del demonio!
Un momento... si ni siquiera el golpe en el suelo detonó la bomba, eso quiere decir... ¡que no era una bomba... sino comida! He sido un idiota. Puedo escuchar a las ratas alimentándose... reacciona idiota y ve en busca de tu parte. Ya es tarde y las ratas han deborado todo a su paso, solo me queda lamentarme entre estas sábanas viejas.
Al mes siguiente, la puerta del antro se abre. Dos sombras se distinguen en la entrada. Mientras, en el suelo del cuarto las ratas muertas ya mostraban signos de pudrición. "Por lo visto el veneno sirvió con las ratas, espero haya tenido el mismo resultado con el desgraciado". Sin embargo el cuerpo del hombre no estaba en el suelo como las ratas, este estaba al borde de la cama con claros signos de asfixia y ya sin pulso. Alrededor de su cuello estaba una de las sábanas viejas, enrollada con un nudo que incluso las dos figuras no pudieron desatar. Aún así sonreían ante tan macabro espectáculo... lo habían logrado... estaba muerto.

Jeremy spoke in San Carlos de Apoquindo: la vivencia de un simple mortal entre 20 mil personas



No es necesario referirnos a las dos horas de éxtasis que nos dejó Pearl Jam en el escenario, sin olvidar el indirock de Mudhoney, que aún resuena en mi cabeza. Son sólo una reinvención de buenos recuerdos que nos remontan a esos tiempos en que uno se encerraba en su habitación a escuchar Ten de corrido, además sabíamos de antemano que vivíamos un episodio memorable e histórico. Sin embargo, no era una radio ni un cassette pirata lo que se escuchaba... era la banda... en persona.

Pero la historia no comienza ahí, hay que hacer un poco de memoria. Era septiembre en Chile, y el rumor de que la banda estaba cerca merodeaba de ramada en ramada. "Ver para creer" me decía a mi mismo con la pequeña esperanza de no llevarme otra decepción.
El mito de Pearl Jam en Chile, era como aquel fantasma, vivido por mi tío en su juventud rockera, de Pink Floyd tocando en el Valle de la Luna. O porque no referirnos, a escalas mayores, que Elvis sigue vivo, en una isla desierta del Pacífico, junto a Jimmy Hoffa, y que tanto la CIA como el FBI nos esconde la verdad del caso.

Con mi incredulidad me mantuve diciendo una y otra vez, bajo el efecto de alguna bebida etílica barata, y de desconfiable procedencia, "estos wones no van a venir nunca, no tienen idea de donde queda Chile, y si la tienen, creerán que somos unos indiecitos con plumas y flechas". Cómete tus estúpidas palabras Jorge Reyes, que la banda ha confirmado un concierto el 22 de noviembre, en San Carlos de Apoquindo.
"La raja" no hay mejor frase que pueda explicar lo que se ha esperado por más de diez años... un momento, es en San Carlos de Apoquindo... ¡Mierda! (no saben cuantas veces dije esa palabra). Para aquellos que no conozcan el estadio, deben tener en cuenta que la capacidad de éste es limitada. Un solo concierto y las entradas vendiéndose como pan caliente. Había que actuar rápidamente.

Logré pedir un par de entradas a "Santiasco" (mi hermano también debía ir), pero ahora que está encima todo sentimiento de consumismo en mi puta alma, no saben cuanto lamento no haber pescado a los pobres diablos que día a día me ofrecían CMRs como desquiciados. En fin, logré pedirlas para una semana de martiriosa espera, encalillándome por diez meses para pagarlas... ¡Mierda! (ven a que me refiero)
Semana y media después, ya tenía mis entradas atesoradas como hueso santo en el bolsillo de mi camisa, eran las entradas más extrañas que tenía en mis manos, por un momento pensé que era un concierto de Cristal auspiciado por Pearl Jam. Era mucha la diferencia de centímetros por columnas entre ambos. Y para colmo la banda anunciaba otro concierto para el día 23 de noviembre, ¿de qué valió ver correr sangre por las cochinas entradas?.
En fin, actué como un esquizofrénico por las calles de mi city querida (por todos menos yo), tomé la micro y me dispuse a llegar a mi casa a esconder las putas entradas donde mejor estarían, ya que mis estudios evitan que pueda enfocar mayor atención a éstas. ¡Epa!, cuidado que el tipo que está sentado en la fila de atrás, el de las tillas con resorte, tiene cara de sospechoso, incluso la vieja de pie a mis espaldas ya siento que busca las entradas en los bolsillos de mis pantalones... o ¿me quiere correr mano? Quién sabe, con tanto pedófilo dando vuelta.

Al fin sano y salvo en mi casa, la sonrisa se me asomaba por los poros de mi cara y no lo disimulaba, no quería disimularlo. Me sentía bien y feliz... ¿feliz? Si, créanlo o no me sentía capaz de todo, incluso idee estampar en la espalda, de una polera entera de negra que tengo, "Voy a ver Pearl Jam, voy a hacer historia, voy a cumplir uno de mis sueños... y tú NO"... ja. Pero por misericordia a los desdichados, y al recordar los diez meses que se me vienen encima lo postergué. Ya tendré tiempo de escribir "YO vi a Pearl Jam en su primer concierto en Latinoamérica, YO hice historia entre 25 mil personas, YO cumplí uno de mis sueños... y tú NOOOO".

Mi vieja estaba en la cocina, la sorprendo con la noticia, y en menos de cinco minutos ya estamos celebrando en el living saltando como idiotas... ¿por qué tanto? Se preguntarán. Mi vieja es casi igual de fanática que mi hermano y yo, incluso me comentó que si tuviera unos años menos hubiera estado en primera fila coreando junto a Vedder todos los temas de los que tiene conocimiento.
Llegó mi hermano, hicimos la ceremonia de entregar las entradas con abrazos, apretones de mano y poses ante fotógrafos invisibles. Cada uno hizo lo que quiso con el ticket, él lo enmarcó... yo lo guardé con mi vinilo de The dark side of the moon de Pink Floyd, a salvo de mis primos chicos y del polvo en el ambiente.
Ahora comenzaba otra tarea difícil... sacarme de encima todo tipo de prueba, trabajo, o disertación. Revisé el calendario de esa semana... lunes 21, entregar un trabajo para Masas; martes 22, certamen escrito de Inglés; miércoles 23, práctico de Semiótica... ¡Mierda! (otro más), ¿por qué uno no puede ir a un concierto tranquilo?
El trabajo lo presenté listo el lunes, con un poco de resaca por celebrar el domingo el cumpleaños de mi tía, mi madre, y mi tío padrino, además había que ponerse de acuerdo con Francisco (coco) mi primo, Mariana (marci) mi prima, y el gringo-judío que anda con ella llamado Erez, de cómo chucha nos íbamos a ir.

Viajábamos en la noche del lunes. Un amigo había sacado los pasajes. La idea era quedarse en la casa de Erez y viajar de regreso el miércoles en la mañana. Todos estaban comprometidos con alguna prueba o algún amor... menos yo, por suerte no tengo pareja, pero no me quería volver solo en la tarde, sería de lo más aburrido.
Bueno, a lo que iba: la crónica la presenté el lunes, le mandé un mail al profe de inglés para excusarme de su certamen, y el práctico de Semiótica lo cambiaron para una semana más tarde. Después de todo si existe la buena suerte.

Two minutes to midnight y ya estabamos reunidos Rodrigo (loli), Felipe (colorín), y Yo, Marci y Erez se iban en otro bus, pero... ¡¿Dónde Mierda (perdí la cuenta) estaba Francisco?!. Al fin llegó, abordamos y nos sentamos en los últimos puestos. No alcanzas a ver los subtítulos de la película, pero menos mal los baños se ubicaban en el centro del bus, para no tener que soportar el apestante olor a mierda, literalmente hablando, que se te pega a la ropa. Seis horas después se respiraba la densidad del aire, era como si todos los capitalinos se tiraran un peo al mismo tiempo. Sí, así es señores, estabamos en Santiago y esa noche Pearl Jam haría su primer concierto en tierras australes, y yo, su humilde relator, estaré allí.

La distribución fue la siguiente: Felipe y Rodrigo irían a la casa de Paola, la polola en ese entonces de mi hermano, que a propósito ya estaba allá. Francisco y yo nos íbamos al departamento de Erez, a pasos del metro Bellas Artes.
Había demasiada excitación como para quedarse dormidos, o descansar algunas horas. En el departamento estaba Tal, el primo de Erez, que sólo habla hebreo e inglés; también estaba Santiago, de origen boliviano y que domina lo más bien la lengua anglosajona... es decir, es seco pa’l inglés. Yo igual me defiendo, pero soy más mula, y mi primo es un cero a la izquierda.
Se hablaba en cinco idiomas, una torre de babel cualquiera. Las primeras cinco horas fueron de entendimiento con Tal, el único que no conoce el habla hispana, tarea difícil, puesto que ni mi primo ni yo, somos los mejores en modulación.

Compramos algunos alimentos para tomar desayuno. Y al momento de meterlos al refrigerador ¡sorpresa!, estaba lleno de botellas de pisco, vinos, vodka, tequila, gin, y uno que otro wiscacho. Creen que eso es impresionante. Los tipos no comían, de hecho tenían una lata de Nescafé llena de Mary Jane. Sin duda un apartamento de jóvenes común y corriente. Luego salió el tema de cómo llegar al estadio.
Disculpen mi ignorancia, tan sólo sé llegar al Estadio Nacional, pero Francisco era el fanático de la UC, supongo que el sabrá la micro o la estación donde bajarse. Le pregunté. Me quedó mirando como idiota por unos segundos y finalmente me dijo entre risas "¡No, ja, ja, ja!". Acto seguido revisar tanto las estaciones como las rutas de las micros en esos libros de turistas que tenía el gringo, mientras estos... se euforiaban consumiendo Nescafé. No puedo negar que ganas me sobraban, pero quería estar en optimas condiciones para disfrutar de todo el concierto... como un ser humano normal.

Llama mi hermano, nos pregunta la hora en que nos juntaríamos en el estadio. Coincidimos que sería a eso de las cinco, cinco y media. Ellos partieron antes, porque querían asegurarse un buen lugar dentro de la masa.
El calor era insoportable. Llenamos unas botellas, dejamos una nota a Erez y Tal, que también iba, pero que no se encontraban por clases en la universidad. La nota decía cual era la ruta más directa al estadio. Le dejamos una botella de dos litros lista con agua y partimos.
Todo el mundo está citado a ver Pearl Jam, al menos todas las micros estaban repletas como en las clásicas imágenes de Condorito. Sólo que aquí no habían viejas guatonas, sino puros chascones con poleras negras que decían Pearl Jam, Nirvana, AIC, o cualquier banda grunge. Estabamos como en casa.

Luego de una hora y algo de viaje, llegamos a la entrada del estadio no llevábamos más que nuestras almas, y nuestras entradas al cielo. Nos acercábamos cada vez más, los vendedores gritaban sus mercancías a los mil vientos, esperando respuestas como "deme dos", todas ellas con la estampa de "Piri Yan en Shile".
Fuimos ciegos y no escuchamos las súplicas de quienes eran capaces de intercambiar a sus propias novias por una entrada, uno sólo avanzaba, y el mundo nos miró con respeto.
Lo habíamos logrado, entramos. Debíamos buscar a los cauros en la parte cercana al escenario, lado izquierdo en la visión del público. Ahí estaban ellos, listos para cualquier batalla por conseguir las baquetas de Cameron, o alguna uñeta de McCready. Eran las seis de la tarde.
Un par de horas más tarde, salió una de las mejores bandas de este estilo, los hermanos mayores del grunge junto a Melvins... me refiero a Mudhoney. Fue en ese momento cuando me di cuenta de las fallas. La mitad de las personas de la cancha se preguntaban "¿Quiénes chucha son Mudhoney?" Había más posibilidades de encontrar una mina que en su vida, la única canción de Pearl Jam que conocía era Black, y apuesto cualquier cosa a que ni siquiera sabía su nombre; que un fanático que esperó desde pendejo, que cualquier banda de Seattle llegará hasta esta olvidada tierra.

Mudhoney tocaba con la potencia que los caracteriza, y el público reaccionó como era de esperarse, moviéndose de un lado a otro como una inmensa marejada. La batalla ya había comenzado, y todos éramos guerreros de nuestra propia cruzada por sobrevivir. La banda, finalmente, agradece la acogida del público nacional. Y se despide hasta mañana. La calma vuelve a los presentes satisfechos.
Si esos eran los teloneros, imaginen solamente el espectáculo que nos tiene preparado Pearl Jam. Habíamos hecho las apuestas, antes del concierto, de con que canción empiezan. Juan Pablo sólo pensaba en Go, y en Porch. Francisco hacía lo suyo con Evenflow. Yo al ser más calculador dije Courduroy, sabía que siempre empiezan con una un tanto lenta para luego subir los decibeles.

La función se demoraba, había que montar dos pantallas gigantes a los extremos del escenario. No fue posible por el viento y tuvieron que sacarlas. Había pronóstico de lluvia para el día siguiente. Después de lo de Mudhoney, me había separado e todos hasta que encontré a Francisco, que había encontrado a Erez, que había llegado con Tal, que había sacado uno y se lo pusieron a fumar ahí mismo. Era del porte de un dedo meñique, y necesitaba nuevas fuerzas, me sentía agotado y ni siquiera comenzaba el concierto. ¡Que mierda le pusieron a ese porro, que con cuatro fumadas ya estaba listo!. Mi primo se negó a fumar, ya había tenido mala experiencias con él momentos antes.

Las luces se apagaron los reflectores de color azul apuntaron al escenario. Todo fue gritos de alegría hasta que cinco figuras, seis si contamos al viejito del teclado, invadieran el ambiente. Como lo pensé empezaron de menos a más decibeles. Se escuchaba las guitarras de Mike y Stone, junto al bajo de Jeff, y comenzó.

El concierto más importante del año, por el cual estuve ahorrando la plata de todo carrete al que falté. No fui al Monster of Rock, no fui a Megadeth y no iré a Dream. Todo será para esta noche... disfrútalo Jorge... que sea digno de recordar. Eso pensé mientras Eddie gritaba "Release me". Y el público ya estaba hipnotizado por la nostalgia. Nadie se imaginó que empezarían con ese tema, todos la sabían, todos la cantaron.
Los siguientes cuatro temas los disfruté solo, en el mar de gente era imposible pensar que no me separaría nunca de mis amigos y familiares, así pasaron Courduroy, la premeditada; Last Exit; Hail, Hail; y la siempre bienvenida Do the Evolution.

Ni la lluvia quiso estar ausente, y como buen paracaidista llegó por donde nadie podría detenerla... desde el cielo. Luego escuché un "Pendex" que me gritaban desde más atrás, era Francisco, nos juntamos de nuevo, nos abrazamos cagados de la risa, por lo que disfruté los siguientes siete temas con mi primo. Given to fly, y todo el mundo se sentía en el paraíso; I am mine, del Riot Act; Grievance, donde domina una gran batería; Elderly Woman Behind the Counter in a Small Town, ideal para corear mientras intentas mantener el equilibrio; Evenflow, y la casa se vino abajo junto a mi primo que no paraba de repetir, esta es la mejor wea que me ha pasado en la vida; Lukin y Not for You, para quienes todavía tenían energías para saltar. Daughter, para respirar un poco, ya había distancia entre mi primo y yo, me despedí con un hasta luego, y seguí mi paso firme hasta el escenario, desde los treinta metros que estaba, hasta diez o quince metros, donde me quedé por las últimas tres canciones; Down, del disco Lost Dogs; Jeremy; y después de un juego con los presentes, Save You nos dejó casi sordos. La banda se retiró. Seguía lloviendo. Un descontento nació del público que seguía coreando el nombre del grupo hasta quedar sin aliento. Aparecieron los tramoyas secando los instrumentos. Luego de un rato el quinteto salió a escena nuevamente.

Cuatro temas que no podían estar ausentes esa noche; como inyección de adrenalina llegó Go a nuestras pailas y las pilas se recargaron; mas tarde el público no paraba de repetir una y otra vez "can’t find a Better Man"; y para las minas que no reconocían ninguna de las canciones, llegó Black, para salvarlas; no nos cabe duda alguna que la banda sigue viva, porque el "I’m still Alive" no resonó en vano en el recinto deportivo. Nuevamente se retiran, los tramoyas, y el descontento. Aún hay energía para algo más, aún queremos más Pearl Jam en vivo.

¿Se le habrá subido el vino a Eddie?. No dejaba de repetir wones, mientras nos incitaba a seguir diciendo lo mismo. Pero no era eso lo que decía. Teniendo en cuenta que no habla bien el español, lo que gritaba era Ramones. Pronto nos percatamos, y repetimos al unísono "Hello Jhonny, hello Joey, hello Dee Dee", después dijo greacias, a lo que todo el público respondió con un ¡¡Aahh!!.
I Believe in Miracles, fue su tributo en la noche santiaguina; y siguiendo con los covers vino Baba O’Riley, de The Who. Si bien me mantuve firme a no llorar en todo el concierto, bastó con un par de acordes de Yellow Ledbetter, para darme cuenta que quedaban alrededor de seis minutos para que todo esto acabara. No puede acabar así- me decía una y otra vez- faltan tantos temas por escuchar. Donde está Rearviewmirror, Nothing as it seems, o incluso Wishlist... fue hermoso mientras duró... eran los únicos que podría ver. Nirvana, con Cobain muerto; Alice in Chains, disueltos y con Layne muerto; Soundgarden, disueltos y sin posibilidades de reunirse; fue realmente magnífico mientras duró. Y comencé a llorar, el único entre 25 mil personas que me entendían, pero lloré solo. Mike McCready, se erguía también solo tocando los últimos acordes de la jornada. Matt Cameron, ya había lanzado sus baquetas y el público marcaba el tiempo con sus palmas.

La gente se retiró, comprendió que la magia acabó. No hubo disturbios a la salida. Solo después me enteré que en Evenflow la galucha se desplomó y quedaron sus buenos heridos, incluso una mina se cayó de cabeza. Pero ningún muerto. Fue un concierto de lo más normal.
Me junté con los demás dentro de los que se contaban; mi hermano Juan Pablo, Paola, su popola, Felipe el colorín, Rodrigo el loli, el pancho, compañero de mi hermano del Duoc, Francisco, mi primo, Mariana, mi prima, Erez, su pololo, Tal el primo de Erez, y Yo. A muchos no los vi hasta el final. Pero de que será una experiencia que marcará todas nuestras vidas, lo será.
Vinieron las fotos de recuerdo, los dolores de cuello y de espalda, calambres en las piernas, la fatiga, y la afonía. Pero valió la pena. Nos abrazamos, gritamos, y me enteré que no era el único llorón entre las filas. Mi hermano cagó con Go y Alive. El gordo loli con casi todo el concierto. Francisco con Evenflow, lo sé porque estuve presente junto a él en ese momento.
Ahora debíamos encontrar un método para llegar al departamento, el miércoles 23 debíamos partir temprano. Marci tenía un certamen en la tarde, y mi primo cumplía un año con su polola. Había que dormir. Caminamos cerca de media hora hasta un servicentro, donde tarde o temprano aparecería un colectivo o un taxi a cargar y que nos hiciera precio por cinco personas.
Finalmente en el departamento, comimos algo, tomamos algo, fumamos algo, comentamos algo, y a dormir.

23 de noviembre, a las una de la tarde, en el departamento de Erez. Mierda, nos quedamos dormidos, tomamos desayuno Tal, Francisco y yo (Santiago no estaba porque tenía clases en la mañana) y Erez con mi prima estaban inconscientes en la pieza principal. Unas cuantas palabras cruzadas con Tal, y ya nos entendíamos lo más bien. Aún con mímica, pero fue posible mantener una conversación amena.
Acompañé a mi primo a comprarle un regalo a Beatriz, que es el nombre de su popola. Me compré un bolso porque el que tengo muy difícil sobrevivirá el verano. Caminando por Ahumada nos encontramos con los Búnkers, pero no los saludamos, eran de nuestro colegio pero siempre fueron los rivales de la banda de mi hermano.
Una vez en el departamento debíamos alistarnos para que nada se nos olvidara. No estaban ni Erez, Santiago o Tal, por lo que le dejamos una nota de agradecimiento por la hospitalidad y la correspondiente invitación en caso de que decidan ir al sur pa tomarnos unas "chelas" y fumarnos unos "guaracos".

En el terminal vi los titulares de los diarios y leí las críticas al concierto. Había de todo; aquellos que hacían énfasis en lo ocurrido en la galería, otros que arrojaban flores a la calidad sonora que no se ha gastado durante los años, y unos más técnicos que solo resaltaban las fallas en cuanto a la batería de Cameron en Grievance, y desacordes de McCready en dos o tres canciones, y que la voz de Vedder se cansa más rápido en la actualidad.
Yo asistí, y créanme que nunca le pedí a la banda que tocaran a la perfección, si hay algo que admiro de las bandas grunge es la autenticidad en escena. Son tipos como cualquiera que suben al escenario dicen públicamente lo que piensan, convertido en melodías que terminan inconscientemente identificándose con uno. Y más aún mantienen la humildad que todo artista debe tener. Ellos como músicos, hacen música y uno como público los respeta por eso. Además Pearl Jam no va a hacerles conciertos a extraños, o expertos de la música... sino a los amigos, y yo me considero uno de ellos.
Sacamos pasajes a las cinco y algo, llegaríamos a eso de las once, once y media de la noche a Concepción, y nos encontramos en el terminal con Juan Pablo, Felipe, y el pancho, no alcanzaron pasajes para el mismo bus. Pero se irían a eso de las seis de la tarde. El loli se fue en la mañana.
Mi primo estaba nervioso, veía la patada de Beatriz a la vuelta de la esquina; y mi prima ya se había resignado a la reprobación del ramo. Yo estaba relajado, debía presentar la crónica para radio el viernes, y ya tenía claro cual iba a ser mi tema.

Con cada hora que pasaba en el bus, me integraba nuevamente a la realidad. Parecía como si todo lo vivido en menos de 24 horas era un sueño, que en cualquier momento despertaría en la biblioteca de mi universidad, con mi cabeza apoyada sobre un libro que debo leer para el día siguiente. Tenía miedo de olvidar algo, sabía que una vez que llegara a mi casa lo primero que debía hacer era escribir lo que viví y sentí.
Ya en la octava región nos separamos, mi primo y yo, de Mariana, es la única de los tres que no vive en San Pedro de la Paz. Luego fui yo el que me separé debía bajarme antes. La travesía había terminado. Aún me dolía el cuerpo, era buena señal... eso demostraba que no era un sueño, y que sobreviví a la batalla.
Me preguntaba cual concierto fue mejor. Si lo analizo objetiva y técnicamente, el segundo fue el mejor, no cabe duda. Muchos que fueron a ambos dicen lo mismo, que fue un poco más rockero, que tuvo más duración, etc. si lo analizo de manera subjetiva, no me importa realmente cual fue el mejor, lo único que espero es que todos hayan terminado igual de satisfechos al final... como yo.

Sin duda la música a estado presente en mi vida desde que mi madre me inspirara el gusto a ésta, al poner Bohemian Rapsody de Queen, cuando estaba en la cuna, en vez de Mazapán, y estoy seguro que lo vivido el 22 de noviembre de 2004 marcará un antes y un después en mi vida. Al final de todo no me considero un simple mortal, soy sólo alguien que contó lo que vivió y sintió entre 25 mil personas.