jueves, abril 13, 2006

Historia de como la verde colina se transformó en escenario de los más tristes episodios de un pobre desdichado. (parte I)



El día acabaría en unas cuantas horas, pero eso no era de demasiada importancia para Pinkpocket que esperaba solo, sentado sobre el único lugar que reconocía como seguro bajo ese cielo todavía azul. La verde colina no es más que un terreno abandonado por su dueño, al estar rodeado de un apestoso pantano de desechos industriales.
Pero no era del todo desagradable. En la cima se erguía un árbol, con sus ramas apuntando sin descanso hacia el suelo, casi tan triste como Pinkpocket, pero capaz de dar una siempre bienvenida sombra para el descanso de quien lo estime conveniente. Justamente en ese lugar se encontraba Pinkpocket, esperando a su hermano mayor. Se sentía inquieto desde el comienzo del día y creía que él, su hermano, le prestaría ayuda en su "misión".

Finalmente, a la distancia Pinkpocket vio como se acercaba su hermano tan alegre y callado como de costumbre, sin decir una palabra se sentó a su lado, y así pasaron las horas en el silencio. Pinkpocket buscaba las palabras precisas, no hablaba mucho, puesto que siempre estimó tener las mejores palabras para expresar algo, aún cuando le llevara un milenio obtenerlas. Y cuando solo bastaban unas cuantas horas para acabar el día, rompió el silencio.

-¿Has sentido como el alma cae en pedazos, sobre el suelo negro y frío de nuestras traiciones?-. Decía sobre su verde colina, Pinkpocket, con sus ropas ya gastadas. Luego se dirigió a su hermano mayor que escuchaba atentamente todo lo que hablaba.
- Lo has sentido antes ¿o no?. Acaso nunca antes te enamoraste de alguien no correspondido. ¿Acaso nunca te han abandonado como un perro en tus problemas y con mas dudas que respuestas, ¡¡ Que acaso nunca has sentido odio por alguien alguna vez!!?-
El hermano de Pinkpocket no contestaba pero seguía mirándolo fijamente a los ojos, con esa mirada que ve más allá de los huesos y la carne.
-¡¡Responde, mierda!!, ¿Lo has sentido alguna vez, o no? ¿Acaso eres sordo? ¿Sabes lo que es el alma? ¡¡Responde, mierda!! ¿Lo has sentido alguna vez?-. Pinkpocket tomó a su hermano de la camisa. Lo agitaba con desesperación, pero no conseguía ni una sola palabra, sólo la mirada de su hermano mayor, este no pestañeaba.

Pinkpocket comenzó a llorar, si conocieran a Pinkpocket, realmente se sorprenderían de que un ser así pueda llorar. Sus lágrimas fueron ríos que inundaron la verde colina. Con la voz rapada y cansada se dirigió por última vez a su hermano, pero ahora, sacando un arma de uno de los bolsillos de su abrigo negro, apuntó justo a la cabeza , entremedio de los ojos.
Mientras sus manos temblaban, realizó una vez más la pregunta que apuñalaba su corazón.- Dime, hermano, ¿Alguna vez has sentido como el alma cae en pedazos? ¿Puedes ayudarme?-
Su hermano olvidando el riesgo de cualquier mala frase, contestó. –Lo siento, pero tú has nacido para nunca amar, sólo para desear ser amado, y envidiar a quienes sí aman -.
El sonido de un trueno y la verde colina se tiñó de rojo. Pinkpocket nunca más hablaría con su hermano, al menos en su sano juicio.

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