viernes, septiembre 14, 2007

EN LA CABEZA DE...


-Dejé de escribir esa novela de ciencia ficción hace un par de años- Nadie en la sala hizo un gesto de asombro, no era nuevo lo que escuchaban de Raúl, además no estaban entusiasmados de saber lo que seguía.

-Trataba de un héroe como de esos westerns setenteros… pero en una época en la que el planeta Aztandork 79 no era más que un desierto…bueno, tenía un par de pueblos para el comercio espacial-
Hacía pausas constantemente… esperaba que alguien en la sala preguntara “¿qué pasó?”, pero nada de eso ocurrió. El aire dentro de la casa era muy tenso como para decir las palabras equívocas.

Finalmente Raúl se levantó y mientras se ponía su abrigo, decía sin mirar a los presentes a la cara -Perdí el interés por esas cosas- se retiró sin decir adiós. Fue a su auto, condujo sin rumbo un par de horas, pienso que pensaba en como estarían disfrutando de su fiesta de cumpleaños sus amigos… sin pensar en él.



Volvió a su casa, cuando ya todos se habían retirado. Todos excepto Alejandra, quien sonrío al verlo entrar. -Hasta que decidiste volver. Queda un poco de pastel en el refrigerador. No te acuestes tan tarde que no quiero verte amargado mañana en la oficina- y con un beso en la mejilla se despidió.

-Feliz cumpleaños-
Lo dejó solo junto a sus secretos. Porque créanme ni siquiera yo, quien cuenta esta historia, sabe con exactitud lo que ocurre dentro de la cabeza de Raúl.


Ni una palabra salió de su boca mientras veía como su amiga se retiraba de la casa. Era evidente la atracción que sentía Alejandra por él, pero éste siempre se cuestionó si sería un buen amante… al menos desde que lo conozco no le sé de alguna pareja que haya tenido o tiene.

Se quedó de pie, hasta que desapareciera por completo tras el umbral de la puerta. Luego sólo reaccionó en sacar una botella de whisky y sentarse en la mesa de la cocina convenciéndose que era lo único que sabía hacer bien.

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